Periodismo Independiente: Incómodo y necesario#27junio



Los verdaderos periodistas son incómodos. Molestan no sólo cuando inquieren sin preguntas sino también cuando observan preguntando. El periodismo en Venezuela no está en crisis, pasa por una fase de lucha, de ajuste, de reconocimiento, de prueba. Renace bajo una plataforma integral, que activa todo lo aprendido en la profesión. Se actualiza bajo un sistema político, peligroso, discriminatorio, violador de los derechos humanos, este reto y  cambios exige de mucha creatividad a la hora de informar.


Por Griselda Acosta Ruíz 
CNP:11.198


La Comunicación Social es la profesión que ejercen los periodistas del momento, su plan de estudios se actualizó  más o menos hace 20 años bajo un plan  diversificado, integral hasta complicado. Por lo menos lo vimos en la actualización que se llevó a cabo en la máxima casa de estudio, la Universidad Central de Venezuela(UCV). Se actualizó para no dejar al texto y a la foto, solos, sin movimiento. Para destacar todo lo importante de la información con videos, con estadísticas bien  graficadas en lo digital, con detalles significativos que llamen la atención de los lectores, de una audiencia que desprestigia ya las noticias con la excusa de mantener sana su salud mental. 

 Esta primera actualización de la carrera inicialmente llamada Periodismo, conocida hoy como Comunicación Social  formó parte  de la  gran actualización que se hizo más o menos  hace cinco(5) años casi a la par de la llegada de las redes sociales,  donde los  medios de comunicación impresos  ya creados se van a las  plataformas digitales, unos por la falta del papel negado en la mayoría de los casos  por el régimen, sobre todo a los  medios que le disienten,  a los que se obligaron a cumplir con su papel en una sociedad asfixiada y temerosa. Dando paso  así a estas  nuevas formas de ver las noticias  con una audiencia  mayor, variada e exigente.

 El contenido escrito con maestría  sigue mandando. Al igual que las imágenes con toda su línea de propuestas que sorprenden al lector.
El objetivo  de esta excelsa profesión, humanista, social, igual sigue siendo la misma: ser la voz de muchos que por distintas razones no son escuchados.

Cuando nos preguntan qué si el periodismo está en crisis, insistimos en nuestra apreciación  que actualmente lo que están en crisis son los medios de comunicación convencionales, los televisivos, que por distintas razones lo asfixian o se mezclan con el totalitarismo disfrazado de socialismo democrático y pacífico.
  Los que trabajan en los medios de comunicación social, es decir, sus periodistas, están claros de su dependencia cuando laboran en estos espacios, en donde la opinión personal en las notas no debe prevalecer. En donde habla el consultado, el entrevistado, la comunidad, el presidente de la junta comunal. Otros son verdaderos profesionales para ponerlo a favor de la necesidad que tratan, porque esto tampoco es secreto. 

Consideramos también  que la esencia del periodismo no está en crisis,  mientras existan ideas que se levanten bajo las nuevas formas de llegarle a la audiencia ávida de información que los oriente en todo lo que pasa en estos tiempos post pandemia, a pocos años del 2030.

 Todo un  reto  en aumento  para los comunicadores sociales, responsables, certificados en universidades. Esto nos debe ocupar, entender la importancia de formar, educar, ser ejemplos aceptables, convenientes, para los futuros colegas. Hay que entender  que es ya una urgencia más cuando se  pretende quitar importancia, validez a los estudios universitarios, requisitos esenciales para ejercer con propiedad, responsabilidad  esta noble profesión. No nos debe asombrar esta nueva estrategia de Maduro de  diluir al periodismo en una triste igualdad que va a triplicar el caos de la desinformación y noticias falsas, informaciones no verificadas. 
 No basta el hecho que te  guste informar. Tiene que estudiar esta profesión, ver que serás penado sino cumples con las leyes que existen, que la avalan, que la certifican. Es que lo más triste de esta situación es  que sin cambiar la ley del ejercicio del periodismo se  vive un caos debido a la persecución y amenazas que padecen  los comunicadores  que sin miedo reflejan la realidad de país. 

"El país se arregló" es una estrategia comunicacional bien pensada que fue lanzada en las aguas de  las redes sociales y sigue pescando, confundiendo sobre todo a los que están en el exterior y aportando credibilidad aunque irreal al régimen.

 Tener individuos informando por  informar sin preparación es someter a la población a más  caos, a la indomable desinformación, a  los vientos de lo incierto, a los terribles rumores. Comunicar, informar comprende casi todo en la sociedad. Son los hilos vitales para armar el tejido del constructo social, coser por coser una información va dejar desnuda a la población y protegido al Súper Bigote( explicación para lectores del extranjero, así se dice Maduro)

 Repetimos que para  ejercer de manera profesional se necesita preparación, responsabilidad, el periodista es el piloto de la esencia de lo que se necesita entender, transmitir, es el que debe construir el mensaje fuera de vicios, de distorsiones, bajo un plan estudiado, aprendido. Los periodistas no alzan la voz en este sentido porque quieren ser únicos en esta labor, al contrario, quieren a muchos en ella pero bien formados, profesionalizados, colegiados, instruidos en que será penados sino cumplen las leyes que se crearon para ejercer esta necesaria profesión. Que salva vidas, que ayuda a millones, que educa, que forma, que pone a pensar, a comparar, a discernir a la población.

Insistimos que urge formar a las nuevas generaciones para hacer perdurar en el tiempo a esta profesión, que es vista también por los servidos como todo un acto de amor y entrega. Ese periodista que no tuvo descanso hasta que se conociera la realidad en una comunidad, de un hecho político, de salud, de un proceso de la  economía nacional. Es el profesional que debe prevalecer, servir, ayudar a los que no son escuchados aún teniendo una voz.

  El comunicar sigue vivo hoy más que nunca mientras sigan egresando periodistas de universidades, mientras se sigan formando pasantes en lo social, en proyectos privados, independientes que lo motiven hacer útil para muchos. Las redes sociales son herramientas muy útiles para empoderar a profesionales de la comunicación social, el truco está en entender que informar para vender más debe ser bien delimitado, les toca acudir a esas clases de moral y ética  para no caer en el abismo de la desinformación, en el desprestigio y en el terrible palangrismo. Con fe y experiencia le decimos que sí se puede ayudar  a otros sin necesidad de caer en estas arenas movedizas.

La experiencia de este proyecto independiente de noticias para comunidades caraqueñas  les refiere este 27 de junio día del  Periodista en Venezuela que la información con valor agregado  es el norte a cubrir, por allí va el éxito, el reto, así como la necesidad de enseñar, formar, a las audiencias, a las generaciones de relevo.

El periodismo independiente sigue siendo el cuarto bate, el emergente favorito para poner a pensar al autoritarismo, al poder  disfrazado de democracia abundante.  La acera del frente es el lugar del periodismo independiente no sólo te asegura pedradas sino enemigos de tu misma posición. Es allí donde te salvan las clases de Liderazgo, la sabiduría, la diplomacia sabia de la Psicología de la Comunicación. El discernir.

Los periodistas debemos cuidar,  imponer, exigir que se cumpla con  la Libertad de Expresión. Es también una exigencia que nos hace de Ley cuando nos colegiamos, cuando tomamos el juramento en las universidades.
 Informar con creatividad no implica ninguna distorsión en nuestra labor más bien le ofrece una manera más cómoda al lector que siempre agradece. Aunque para esto nos toque nadar en las redes sociales. Cruzar recovecos nuevos, saltar con pancartas digitales, hacer llamados muchas veces sin respuestas o con un "feedback" tardío.  Usar hasta Tik Tok aunque pensemos que es infantil y poco serio a la hora de hacer noticias. De ese tamaño se puede medir un poco este reto sin menospreciar ni un segundo la excelsa palabra escrita, el discurso oral. 

La creatividad es la madrina de estos cambios que se deben asumir a la hora de informar.  Entiendan que todo esto que referimos, estas estrategias,   siguen siendo pocas y seguimos siendo pocos lo que se lanzan a informar de manera independiente. Porque el otro punto de esto es el actuar con valentía y sin ceguera, aquí cabe exagerar y romantizar que no en balde, el héroe Superman es periodista. 

Al reto de comunicar en tiempos modernos se suma también que una parte de nuestro público se está actualizando nos toca a los que comunicamos actualizarnos para actualizar a la otra parte de la población que también puede asumir decisiones, cambios, a pesar  que no cuenten con recursos para hacerlo. Toca reconocer y nos alegra que  el lector, seguidor, oyente, se esté actualizando  en el mundo de la información, que repregunte, proteste nuestra nota, el post; esto es muy bueno, es parte de la libertad de expresión, de la democracia del pensar, aceptar que se robusteció con los vientos de la globalidad.  Por ello, la necesidad de formar cada  día un profesional de la  Comunicación Social, preparado, actualizado y  sensible de la realidad porque ausente, aislado, estorba.

La manera de informar se reinventa y disculpen otra vez  en que insistamos en que es la creatividad la gran arma de los comunicadores que tienen a la hora  lanzarse al campo de las ideas libres, sin más jefe que su nombre y su número del Colegio Nacional de Periodistas (CNP), sumado a la otra gran travesía de sostenerse ya que los comunicadores independientes comen y tienen familia que también necesitan sus tres golpes nutritivos, así como  techo, transporte y recreación.

  Todos sabemos que debe prevalecer el discurso de este profesional que tiene la dura tarea de poner a pensar a su lector. Su discurso debe ser único, claro, reflexivo. El periodista independiente no busca amigos, busca enseñar, hacer ver la realidad, que en definitiva es, la verdad que debe prevalecer, ésta es  la que incomoda, da piquiña, sarpudillo, provoca esa tos repentina seguida  de la  mano tapándose la boca con la mirada de asombro a los que en su tiempo ostentan el poder en una nación.

 La verdad no es cierta cuando la objetividad se tropieza con las emociones. Contradictorio, a lo que venimos diciendo, verdad? Pero referimos es la sensibilidad con relación al término de compromiso con la información no en la que en un hecho  involucre de manera personal al periodista. He aquí otra agua profunda y pegostosa  de los que ejercemos este apostolado. Creemos que inhibirse es una opción que resulta. No te hace ni menos  ni más, ni mediocre. Te hace real. Las letras independientes pueden perder batallas por las emociones, el periodista es humano. No siempre se puede batear jonrones ni esperar que te canten base por bola. Como humanos debemos aceptar que nos ponchen. Eso es lo que nos hace sensibles, infalibles, útiles. 

La independencia de la comunicación social no está en crisis, se forma, se actualiza, busca los mejores planos, suma estadísticas, encuestas. Hace mil pruebas. Se llena de aliados. Renace bajo un campo minado que no quiere ni necesita a un ciudadano formado, culto, que opine. El Periodista Independiente existe. Es incómodo pero todos saben que es necesario. La mayoría de las veces está solo pero tranquilos que no están en extinción. Felicidades a todos los colegas en su día que entienden su importancia en estos tiempos de cambios.



 

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